La tercera (y aparentemente) última entrega de la franquicia Jurassic World llega este fin de semana a las pantallas de México, con un elenco que combina a los héroes de las primeras películas con los protagonistas de esta nueva generación, buscando darle un cierre digno a una historia que para muchos, ya había vivido más de la cuenta.
La idea de ver un mundo en el que los humanos y los dinosaurios se ven obligados a coexistir es quizá la premisa más llamativa de esta tercera entrega. “Jurassic Park 2” nos dió un pequeño vistazo a las consecuencias de que estas criaturas otrora extintas llegarán a la ciudad, con el Tiranosaurio Rex haciendo de las suyas muy a la historia original de King Kong. El problema acá es que, si bien hubo más de una escena en la que apreciamos los nuevos retos a los que se enfrenta la humanidad con una especie que amenaza con ponerse por encima de la cadena alimenticia, todo termina por contenerse (como siempre) en los confines del mundo, inaccesibles para el resto de la humanidad.
La interacción entre los personajes de la vieja escuela y sus contrapartes contemporáneas no es tan emocionante como lo imaginamos… Aunque Jeff Goldblum ama los reflectores y no batalla para robarse todas las escenas en las que participa. Hay nuevos personajes que no aportan mucho a la trama, y rostros familiares que aparecen meramente para no dejar a nadie fuera.
Estas películas están hechas para ver dinosaurios destrozandolo todo sin motivo aparente, como consecuencia de la incompetencia humana, y yo estoy bien con eso. Era un niño cuando vi las primeras entregas, y estaba encantado por el simple hecho de que estas enormes bestias estuvieran en pantalla. Sí, hoy me dices que Dominic Toretto estará en la pantalla grande corriendo un deportivo junto a Blue, la velocirraptor, para derribar un helicóptero militar con triceratops lanzado desde un tanque… estaría igual de entusiasmado, porque estas películas están aquí por el simple hecho de entretener. Sin embargo, la misma fórmula de siempre: la corporación sin escrúpulos que busca utilizar a estos animales (o su ADN) para fines motivados por la ambición sin importar la humanidad… bueno, se vuelve sumamente repetitiva, y uno esperaría que para el cierre de esta trilogía se hubieran atrevido a innovar un poco más.
Al final del día, “Jurassic World: Dominion” sigue siendo entretenida, pero no ofrece nada nuevo. Sigues viendo dinosaurios peleando entre ellos por demostrar quien es el depredador apex, mientras los humanos corren entre sus patas para salvar sus vidas y a la humanidad. Dos horas y media es quizá demasiado para todo esto.
Recuerda que, como siempre, está es solo mi opinión. Sí tú ya la viste, cuéntame en los comentarios sí te gustó o no.
Calificación 2.5/5
Por Carlos Ríos
NERD INC 